La visión de ESPAÑA de JOAQUÍN SOROLLA

Tras el espectacular éxito de la muestra en Valencia, Bancaja presenta en Sevilla la exposición "Sorolla. Visión de España". La muestra puede verse del 24 de abril hasta el 29 de junio de 2008 en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Posteriormente, la muestra itinerará a Málaga.
<========= (Si me pinchas, verás muchas obras mias :::::::::)
La exposición está formada por catorce paneles de gran tamaño, que fueron encargados en 1911 a Sorolla por el hispanista norteamericano Milton Huntington, para decorar una de las salas de la Hispanic Society, que fundó a principios del siglo XX con el objetivo de dar a conocer la cultura española en los Estados Unidos. Esta sala, en un principio proyectada para ser una biblioteca, finalmente quedó convertida en la “Sala Sorolla”.Las obras, que es la primera vez que salen de su emplazamiento original, han sido restauradas para la ocasión por un equipo de expertos conjunto entre Bancaja y la Hispanic Society.La colocación de los cuadros es muy distinta a la que han tenido en la sala de la Hispanic Society de Nueva York. En la exposición "Sorolla. Visión de España" las obras están a una altura mucho más baja, lo que permite resaltar la grandiosidad, el color y la proporción de las mismas. Además de la propia exposición, se ha preparado una muestra de fotografías de todo el proceso de restauración de las obras y otra sala en la que explica la historia de la Hispanic Society. Tras esta exposición, Bancaja tiene previsto llevar las obras a Málaga, Barcelona, Bilbao, Madrid y nuevamente a Valencia, dado el interés cultural que tiene esta muestra para toda la ciudadanía.
Estas actuaciones siguen la línea de Bancaja de traer grandes colecciones para acercar a la sociedad grandes obras de la humanidad como se hizo con la exposición de “Faraones” en 2004, o con la de “Guerreros de XI’AN”.

La Visión de España
Joaquín Sorolla (1863-1923) recibió el encargo, por parte de Archer M. Huntington, de pintar la decoración de la biblioteca de la Hispanic Society.
Durante el año 1912 el pintor se dedicó a recorrer la geografía española, captando imágenes de tipos para construir después la gran decoración de la Hispanic Society. En 1913 cambió de opinión y, aunque no dejó de usar algunos de los cuadros de tipos, empezó a pintar los paneles directamente del natural; ese año hizo el monumental La fiesta del pan. Castilla. Durante el año siguiente realizó cinco paneles, Los nazarenos. Sevilla (marzo-abril), La jota. Aragón (verano), El concejo del Roncal. Navarra (verano), Los bolos. Guipuzcoa (septiembre) y El encierro. Andalucía (noviembre-diciembre). En 1915 pintó cuatro más, El baile. Sevilla, desde enero hasta marzo, Los toreros. Sevilla, desde marzo hasta mayo, La romería. Galicia, durante el verano y El pescado. Cataluña en el otoño.
El año 1916 sólo pintó Las grupas. Valencia, en el que empleó desde enero hasta marzo; también el año siguiente, 1917, solamente un panel, El mercado. Extremadura. Entre noviembre de 1918 y enero de 1919 hizo El palmeral. Elche y, finalmente, ese mismo año 1919 pintó el último de los paneles durante los meses de mayo y junio, La pesca del atún. Ayamonte. En total, una obra colosal que ocupó los últimos años de su vida activa; él mismo la consideró «la obra de su vida», llamándola exactamente con ese nombre en distintos escritos que se conservan.El juicio sobre el conjunto que constituye la exposición organizada por Bancaja es que se trata no sólo de la obra más importante de Sorolla, sino también de uno de los más importantes conjuntos pictóricos de todo el siglo XX.

1. Castilla. La fiesta del pan.

Ésta es la más grande y la más planificada de las obras de la exposición. A diferencia de las otras, donde pinta una particularidad curiosa de cada región, aquí lo mezcla todo, completando así una amalgama de personajes y motivos a los que Sorolla dio muchas vueltas. Para “su” Castilla, el pintor tomó los modelos al natural pero terminó la composición en su estudio de Madrid.
2. Sevilla. Los Nazarenos.

Refleja la procesión de los nazarenos. Se trata de un óleo que mira directamente al espectador y en el que los personajes se disponen como si estuvieran participando en una obra de teatro, enfocando sus rostros y gestos hacia el público.

3. Aragón. La Jota.

Para este cuadro Sorolla realizó estudios de paisajes y bocetos en torno a la Jota. El resultado es una de las muestras de mejor colorido de Sorolla, presente tanto en las combinaciones de los trajes como en las bandas del paisaje que sirve como fondo. Destaca la visión de movimientos de las joteras.
4. Navarra. El Concejo del Roncal.

Muestra el acto que se realiza el 13 de julio desde el año 1375 en el pueblo de El Roncal, conmemorando la resolución de una disputa entre el valle francés de Baretour y el valle del Roncal de Granada. Casualmente, se trata del único cuadro en el que Sorolla plasma a alguna autoridad o representante de alguna institución, reflejando su idea democrática de España. Los personajes de esta obra muestran una marcada huella de Velázquez y una colocación que remite a la pintura europea abierta por Edouard Manet.
5. Guipúzcoa. Los bolos.

En Los Bolos, el paisaje se organiza en torno al color verde, reflejando así la esencia del País Vasco junto al monte Igueldo al fondo. Este cuadro expresa la frescura que captaba Sorolla reflejando momentos y supone una muestra de los cambios de ideas del pintor en función de las impresiones que iba recibiendo en su entorno.
6. Andalucía. El encierro.
Esta obra describe una típica escena andaluza, en la que se aprecia un grupo de mayorales, dos delante de dos toros y otros tres al fondo, conduce reses bravas a través de un camino rural, paraje de pitas y chumberas que bordea el camino de tierra y las vías del ferrocarril. Se aprecia cómo cada zona de color fue motivo de juego para el pintor, destacando el blanco sorollesco.
7. Sevilla. El baile.

Para realizar el cuadro de El Baile, Sorolla ejecuta varios estudios y bocetos. El resultado es unaescena típicamente española llena de color, luz y movimiento que, junto con el cuadro de Valencia y el de Los Toreros de Sevilla refleja las obras más españolas de esta colección.
8. Sevilla. Los toreros.

Quince figuras masculinas vestidas de torero son el centro de este panel en el que los personajes se traslapan unas con otras por diferencias de color en los trajes y las caras. Destaca el contraste de definición de algunas de las figuras con otras que quedan emborronadas, unas en luz y otras en sombra, aludiendo a las dos típicas partes de la plaza de toros.
9. Galicia. La Romería.

Para pintar la Romería gallega, Sorolla se instaló en Villagarcía de Arosa, en el castillo de Vista Alegre, que daba directamente a la ría. En este mural, Sorolla hace confluir una romería con una feria de ganado y en ella entrelaza personajes como un gaiteros soplando, tres mozas sentadas en primer plano con una cesta cubierta con un mantel blanco y el grupo central de cinco muchachas de las que una de las dos primeras mira al gaitero con curiosidad y la otra dirige sus ojos al espectador, invitándole a mirar la escena.
10. Cataluña. El pescado.
A Sorolla le pareció tan hermoso el puerto de Barcelona que lo eligió como motivo desu cuadro. Si bien, más tarde decidió dar prioridad al pescado, pero cambiando deescenario, trasladándose hasta Santa Cristina, en Lloret de Mar. En El pescado vuelve a surgir el típico eje cromático sorollista blanco-azul, pero con más fuerza que antes: el blanco sigue una línea quebrada a través de las ropas de las mujeres, desde la izquierda hasta la camisa de la mujer del centro de la composición.
11. Valencia. Las grupas.

En un primer momento Sorolla quería pintar un campo de naranjos; pero un día pasó por la catedral de Valencia y dio con los preparativos de la procesión de San Vicente Mártir. Este cuadro es el más alegre en cuanto a colorido, seguramente por tratarse de su tierra natal, según los comisarios de la exposición, Felipe Garín y Facundo Tomás.
12. Extremadura. El mercado.

Sorolla se desplazó hasta Plasencia para observar in situ a las gentes de Montehermoso que trabajaban en el mercado; pero además, compró varias fotografías, en especial a su suegro Antonio García, con las que se documentó para encontrar sus escenarios preferidos.
13. Elche. El palmeral.

Con este cuadro, Sorolla culmina la serie del Levante español. En esta composición una docena de jornaleras y un trabajador laboran en un huerto de palmeras, recogen dátiles ya maduros (Sorolla espero adrede para no captarlos verdes) y los disponen ordenadamente en cestas redondas. Destaca el gran colorido del cuadro, así como la luz tamizada por las palmeras como si tuvieran neblina.
14. Ayamonte. La pesca del atún.

Ayamonte le parecía a Sorolla exacto de color y construcciones, por eso eligió esta región. En La pesca del atún, un panel de casi cinco metros de longitud, hay una íntima imbricación entre el paisaje y las figuras de los pescadores. Surge de nuevo el blanco y el azul organizando cromáticamente la composición, acompañado por la potencia del toldo amarillo, cuyos reflejos se extienden a través de todos los elementos. Se suma el rojo de la sangre de los pescados y el conjunto de brochazos grandes entre los que vuelve a resaltar el brillo del blanco.

Manchegos


* ESTE CUADRO, YO NO LO VI EN LA EXPOSICIÓN, PERO ESTÁ EN SU MUSEO DE MADRID.

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