CARCELES DE LA POSTGUERRA EN MADRID

Acabo de terminar de leer el libro de Ana R. Cañil, «Si a los tres años no he vuelto»,

y ha removido tanto mi conciencia que me ha hecho investigar todo lo concerniente a lo sucedido en el, una vez recopilado todo lo que he podido, me he dado cuenta que casi todo es real, y que sus nombres han existido dentro del mare magnum que fue nuestra postguerra, todo lo recogido, (texto y fotos) lo expongo a continuación. Narra las circunstancias vividas a finales de la guerra y los tiempos posteriores en la cárcel de madres de Ventas y San Isidro y el destino de algunos de los hijos que allí nacían a través de la historia de dos mujeres, una presa y otra carcelera, que representan dos formas de enfrentarse a la vida. «Una novela donde hay mucho amor, solidaridad, fuerza y esperanza. Son mujeres de las que no se rinden».
Por un lado, se alude a Maria Topete como una mujer «monárquica, católica, educada en un medio conservador. Cercana al mundo aristocrático y con unos principios religiosos muy arraigados. Está emparentada con una familia de apellido conocido que acabó dirigiendo la prisión de Ventas con mano de hierro», y a Jimena Bartolomé como «una de las mujeres republicanas presas en la cárcel que lo pasaron mal y que dejaron allí lo mejor de sus vidas», dos prototipos antagónicos «de una gran personalidad». Recomiendo su lectura, es un libro muy interesante.


Sellos de Prisiones
María Topete interrogando a una presa

Las prisiones localizadas ascienden a un total de
21 para el periodo considerado, 1939- 1945. Cinco de ellas eran de mujeres y 16 de hombres.
De las 21 cárceles consideradas, tan sólo la de Yeserías conserva una función penitenciaria: el Centro de Inserción Social “Victoria Kent”. El resto, se devolvieron a sus dueños, recuperando su anterior función -educativa/religiosa-, o se vendieron a promotores privados, ocupando su antiguo emplazamiento edificaciones de carácter residencial, caso de la prisión de Ventas, Conde de Toreno o la de Carabanchel, una vez puestos de acuerdo el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio del Interior sobre el futuro urbanístico de los terrenos ocupados por las instalaciones penitenciarias.
En la actualidad, se mantienen todavía en pie las edificaciones correspondientes a las prisiones de: Atocha, Barco, Carabanchel, Cisne, Claudio Coello, Comendadoras, Porlier, Príncipe de Asturias, Quiñones, San Antón, San Lorenzo, Santa Engracia, Santa Rita, Torrijos, Yeserías e Instituto Escuela. La de San Antón se encuentra sometida en la actualidad a un profundo proceso de reformas, estando prevista la sustitución de la cárcel de Carabanchel por algo aún no definido. De las prisiones de Ventas, Conde de Toreno, Duque de Sexto y San Isidro no queda ningún rastro. Tan solo en la voluntad de los antiguos presos por conservar el recuerdo de lo ocurrido dentro de sus muros.
1.- Prisión Central de Madres Lactantes de Ventas
Instalada en 1945 en un pequeño rincón del ala sudoeste de la cárcel de Ventas en la calle Marqués de Mondéjar, 16. En 1960 fue trasladada al otro extremo, junto al hospital de Mujeres, hasta la clausura de conjunto penitenciario en 1969.
2.- Prisión de Atocha
Instalada en el Colegio Salesianos de Atocha, Ronda de Atocha, 27. En la actualidad: Colegio Salesianos de Atocha. “Se sufría unas condiciones horribles, que no son fáciles de describir: hacinamiento (cuarenta centímetros por persona, la extensión de dos ladrillos, como espacio para tumbarse y dormir), absoluta falta de higiene, un rancho infecto una vez al día, y no siempre.. Había multitud de piojos y de chinches. Proliferaba la sarna, que se intentába erradicar frotándose todo el cuerpo cuando se podía con zotal, único producto que, a veces, se concedía. Es comprensible que, en aquellas condiciones, se produjeran algunos suicidios y que hubiese personas que se abandonaban hasta morir”.
3.- Prisión del Barco
Situada en la calle del Barco, 24, en el edificio que habían ocupado los estudios de Discos Columbia. Junto a las de Ventas y Duque se Sexto son las únicas cárceles que aparecen citadas por el diario ABC a lo largo de 1939. En la actualidad, residencial, con locales cerrados en planta baja.
Los presoso estaban amontonados en muy poco espacio. Todos los días llegaban más detenidos con los que había que compartir los baldosines y la comida, pero lo que de verdad se compartía era el hambre”.
4.- Prisión del Cisne
Situada en la calle o paseo del Cisne, 2 -actualmente Paseo de Eduardo Dato-, en Chamberí, ocupaba el Colegio de las Damas Negras. Durante la guerra fue hospital y cárcel del SIM. En la actualidad: Colegio Blanca de Castilla y edificios residenciales, en una parte de la primitiva parcela.
“Al entrar las tropas franquistas en Madrid, Julián Besteiro permaneció en su puesto en los sótanos del Ministerio de Hacienda, siendo allí detenido y obligado por los falangistas a hacer el saludo "brazo en alto". Besteiro se lo negó respondiéndoles que "a su edad le costaría mucho aprenderlo". Fue trasladado, en un precario estado de salud, a la prisión de Porlier y, posteriormente, a la de El Cisne. El 8 de julio, un Tribunal Militar le condenó a 30 años de reclusión mayor, siendo trasladado desde la carcel de Dueñas, hasta la prisión de Carmona.”
5.- Prisión de Claudio Coello
Prisión de mujeres, habilitada en el convento de Santo Domingo, en la calle de Claudio Coello, 112. En la actualidad: convento de Santo Domingo el Real y varias tiendas.
6.- Prisión de Comendadoras
Llamada así por ocupar el Convento de las Comendadoras de Santiago, en la Plaza de las Comendadoras. En la actualidad, está siendo rehabilitado con fondos de la Comunidad de Madrid.
7.- Prisión de Conde de Toreno
Estaba situada en la Plaza del Conde de Toreno, 2. En la actualidad, edificio de viviendas. En ella estaban recluidos los que habían pertenecido al S.I.M., al S.I.E.P., Servicio de Investigación Periférico, a unidades guerrilleras o a la policía.
8.- Prisión de Duque de Sexto
Habilitada en el convento que los RR.PP. Franciscanos tenían en la calle del Duque de Sexto, 5-7.0 En octubre de 1939, la iglesia fue abierta de nuevo al culto. En 1958 se cambió el nombre de la calle por el de Duque de Sesto. Actualmente, Parroquia de San Antonio del Retiro y dependencias parroquiales, en el número 9 de la citada calle.
9.- Prisión de Porlier

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Oficialmente Prisión Provincial de Hombres número 1. Estaba situada en la calle General Díaz Porlier, en la manzana que forman la citada calle, y las de Padilla, Torrijos (hoy Conde de Peñalver) y Lista (hoy José Ortega y Gasset), ocupando las instalaciones del colegio Calasancio. Incautado al comienzo de la Guerra Civil, fue utilizado como albergue para niños abandonados y, a partir de agosto de 1936, como cárcel. En 1944, el edificio fue devuelto a los escolapios, cumpliendo hasta la fecha funciones educativas: Colegio Calasancio (C/ Conde de Peñalver, 51) y Colegio Universitario Cardenal Cisneros (C/ General Díaz Porlier, 58).
El edificio de la prisión constaba de seis galerías, tras a cada lado y una especie de entresuelo que Se llamaba provisional. En mayo de 1939, se hacinaban en aquel lugar más de 5.000 presos, entre otros: Julián Besteiro,que en 1941, tras ser condenado a muerte en consejo de guerra, pasó a la tercera galería, (destinada a los condenados a muerte), en ese momento eran mas de mil.
No sólo se fusilaba en los cementerios, también en la propia cárcel, a “garrote vil”: “ En un rincón, tapado con una lona, estaba el instrumento del garrote, un siniestro “sillón” de madera y hierro en el que el verdugo, después de sujetar con un grillete la garganta de la víctima, giraba un enorme tornillo hasta romper el cuello del condenado”.




María Topete con niños de presas.



Galería de la Cárcel de Ventas




La Maternal de San Isidro

Las TRECE ROSAS


Cárcel de Ventas

Carcel de Quiñones

Carcel de Porlier

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10.- Prisión de Príncipe o Príncipe de Asturias
Habilitada en el antiguo reformatorio Príncipe de Asturias, situado en la Finca de Vista Alegre, Carabanchel. En la actualidad ocupa estas instalaciones el IES Puerta Bonita.
11.- Prisión de Quiñones
Antigua cárcel de mujeres de Madrid, cerrada por el gobierno de la República tras la construcción de la cárcel-modelo de Ventas. Fue reabierta por el franquismo como clínica psiquiátrica penitenciaria para mujeres. Se hallaba situada en la calle de Quiñones, 2, en el antiguo convento de Montserrat. Actualmente Priorato de Santo Domingo de Silos.
Volvieron los grilletes, procedentes del museo penitenciario, ya que años antes habían sido desterrados por la República.
12.- Prisión de San Antón
Se encontraba habilitada en el antiguo colegio de San Antón, en la manzana existente entre las calles Hortaleza, Santa Brígida y Farmacia. Devuelto el edificio a los escolapios, mantuvo su función como colegio hasta 1989. En 1995, un incendio acabó con todo lo que quedaba de las viejas escuelas, excepto la fachada. En la actualidad, el Ayuntamiento tiene prevista la reforma-rehabilitación del edificio para sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y diversos equipamientos públicos.
13.- Prisión de San Lorenzo
Ocupaba un antiguo colegio religioso existente en la calle de San Lorenzo. Actual Residencia Universitaria Patrocinio de San José, adscrita a la Congregación Siervas de San José, en la calle de San Lorenzo, 20.
14.- Prisión de Santa Engracia
Ocupaba las instalaciones del colegio Divina Pastora, situado en la calle de Santa Engracia, Chamberí. Al cerrarse la cárcel, el centro recuperó la función educativa. Aunque en algunos textos figura como dirección la calle Santa Engracia, 134, actualmente se corresponde con el 142.
15.- Prisión de Santa Rita
Estaba situada en la C/ Eugenia de Montijo, 53, Carabanchel, en el antiguo Reformatorio de Santa Rita. En 1941 se transformó en Prisión Central de Trabajadores, “... y fue lugar de ejecución de muchos fusilamientos de sentenciados por pertenecer a partidos o sindicatos republicanos. Los detenidos eran obligados a realizar trabajos forzados como la construcción del barrio de Comillas o de la nueva Prisión Provincial”.
16.- Prisión de Torrijos
Antiguo convento de monjas habilitado como cárcel franquista. Estaba situada en la C/ de Torrijos, hoy C/ del Conde de Peñalver, 53, en el distrito de Salamanca. En la actualidad, el edificio es utilizado, como residencia de mayores, por la Fundación Dª Fausta Elorz. En su fachada hay una lápida recordando que en este lugar Miguel Hernández escribió La nana de la cebolla.
17.- Prisión de Ventas
Inaugurada en 1933 como encarnación del discurso penalista republicano, fue considerada en su época como cárcel-modelo de mujeres. Se encontraba situada en la C/ Marqués de Mondéjar, 16-18. En 1941 se elevó a la categoría de prisión central, dependiendo de ella las de San Isidro y Claudio Coello. A lo largo del verano de 1969 se procedió a su desalojo: en aquellas fechas sólo quedaban el Hospital Penitenciario de mujeres y el Centro Penitenciario de Maternología y Puericultura. Posteriormente el Estado se desprendió de la propiedad a favor de una sociedad bancaria, por trescientos millones de pesetas, la cual levantaría sobre el solar un complejo residencial.
“Ventas era un edificio nuevo e incluso alegre. Ladrillos rojos, paredes encaladas. Seis galerías de veinticinco celdas individuales, ventanas grandes (con rejas, desde luego), y en cada galería un amplio departamento con lavabos, duchas y váteres. Talleres, escuela, almacenes (en los sótanos), dos enfermerías y gran salón de actos transformado inmediatamente en capilla. En cada celda hubo según dicen, una cama, un pequeño armario, una mesa y una silla. En el 39 había once o doce mujeres en cada celda, absolutamente desnuda, los colchones o los jergones de cada una y nada más. Todo vestigio de la primitiva dedicación de las salas había desaparecido: se había transformado en un gigantesco almacén, un almacén de mujeres”.
18.- Prisión de Yeserías
Se encontraba en el barrio de Delicias, entre las C/s de Juan de Vera, del Plomo y Batalla de Belchite. Actualmente: Centro de Inserción Social “Victoria Kent”.
Según Eduardo de Guzmán: “El 31 de diciembre de 1939 funcionan en Madrid las siguientes prisiones: Yeserías, Porlier, Conde de Toreno, Santa Engracia, Torrijos, Duque de Sesto, Ronda de Atocha, Barco, Cisne, Ventas, San Antón, San Lorenzo, Santa Rita, Comendadoras, Claudio Coello y Príncipe de Asturias. Todas se hallaban tan abarrotadas que los presos amenazan reventar sus recintos, teniendo muchas veces que dormir amontonados en un espacio de 35 centímetros de ancho por metro y medio de largo. En Yeserías, pasaban de seis mil los reclusos; en Ventas hay más de diez mil mujeres y varios millares más en cada una de las restantes prisiones”.
19.- Prisión Maternal de San Isidro
Destinada a mujeres embarazadas o con niños lactantes, bajo el férreo control de María Topete, fue inaugurada el 17 de septiembre de 1940. Estaba situada en la Carrera de San Isidro, en las proximidades del Puente de Segovia, junto al Manzanares. En la actualidad, edificio residencial a la entrada del Paseo de la Ermita del Santo.
Aquella prisión junto al Manzanares daba la sensación de que era un chalet. Y lo gordo de eso es que las familias no te querían sacar de allí aunque lo pidieses por favor, porque consideraban que era una cárcel estupenda; claro, el locutorio era pequeño, se comunicaba bastante bien; luego, todos los días, la Topete ponía en el portal una lista de los buenos alimentos que nos daban, por ejemplo: un vasito de leche a media mañana, una comida especial sobre todo a las recién paridas. Ni leche ni nada.
20.- Prisión Maternal en Instituto-Escuela
Estaba situada en los Altos del Hipódromo, en el edificio que fue del Instituto Escuela de Madrid, que estaba vacío. Actualmente está ocupado por el IES Ramiro de Maeztu (C/ Serrano, 127). Fueron a parar allí parte de las mujeres encarceladas en Ventas que tenían niños.
Según testimonio de una comadrona, “Ventas era como una masa de humanos. Al ser comadrona, trabajaba en la enfermería; como es lógico parían y abortaban mujeres, los niños eran una gran cantidad, porque al tener al padre preso y detener a la madre los traían con ella. Entre Sarampión, tos ferina, viruela, tifus, los niños empezaron a morirse y ante el hacinamiento de tantísimas mujeres, pidió que se abriera un sitio, para llevar a las madres con los niños”.
21.- Prisión Provincial de Carabanchel
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Dado el estado en que se encontraba la antigua Modelo (y el hacinamiento de los presos políticos en Porlier) el Estado decidió la construcción de una nueva cárcel, para lo cual compró unos terrenos en Carabanchel. El 20 de abril de 1940 comenzaban las obras, interviniendo en ellas unos 1.000 penados, procedentes en su mayoría de la cárcel de Santa Rita. Fue inaugurada el 22 de junio de 1944, con capacidad para 2.000 internos. Poco tiempo después empezaron a llegar los primeros presos, procedentes de las cárceles de Porlier, Torrijos y Santa Rita. Tenía su entrada por la Avenida de los Poblados.
De los tres patios que Carabanchel tenía habilitados, el de la izquierda era donde salían los aislados en el período de entrada, de unos diez días, pudiendo hacerlo sólo una o dos horas al día. Las celdas eran compartidas tanto por presos políticos como comunes, entre estos abundaban desde atracadores, falsificadores, carteristas, homosexuales hasta los llamados vagos de quincena siendo el número de esos presos unos 1.200 en el verano de 1945.
El patio central era el más grande y donde mayor tiempo permanecían, ya que estaban desde la mañana después del recuento y de la diana, hasta cuando se retiraban por la noche. El tercer patio era el de los comunes, se dividía a su vez en dos galerías de planta baja donde se albergaron los talleres-reformatorios, una vez la cárcel se terminó de construir. En las dos galerías de la planta baja no había agua y sólo contaban con cuatro retretes, pudiendo suponer las pésimas condiciones de habitabilidad e higiénicas que contaban los presos”.
Dejó de utilizarse en 1999, permaneciendo desde aquella fecha abandonada.




Carcel de Carabanchel

9 comentarios:

Séneca dijo...

Acabo de leer el libro al que haces referencia, y he conocido cosas de las que no tenía ni idea. Yo tambien lo recomiendo.

Angela dijo...

Me ha gustado la entrada y la descripción de todas las cárceles, ya se un poquito más. Como dice en refrán no te acostarás sin...

38pajaros dijo...

Una cantidad impresionante de cárceles para una sola ciudad

Anónimo dijo...

Un auténtico Archipiélago Gulag a la vista de todos. Cuenta Eduardo de Guzmán en su obra «Nosotros los asesinos», que el la prisión de Porlier concentraban a los condenados a muerte de Madrid en su última noche. Al amanecer eran conducidos al cementerio de la Almudena para ser fusilados. Muchos, camino del paredón, iban cantando himnos revolucionarios. Al final protestaron los vecinos y decidieron conducirlos amordazados para que con sus cánticos no molestaran al vecindario. Las descargas diarias eran espeluznantes para quienes las escuchaban.

Anónimo dijo...

Aquellas prisiones ya habían servido para ese siniestro cometido durante la guerra civil en el Madrid Republicano. Los casadistas ni siquiera se molestaron en liberar en el último momento a los comunistas que habían encerrado en Porlier, que cayeron en manos de los nacionales. Bien pronto aquellos presos y sus antiguos carceleros compartieron las mismas celdas.

Anónimo dijo...

A mi familia le tocó sufrir en los dos bandos. Un primo de mi madre, maestro, fue fusilado en los Molinos junto al párroco del pueblo. Un tío abuelo estuvo preso, junto con su hijo que salvó la vida, en la cárcel de San Antón. De allí fue conducido a Paracuellos donde le fusilaron. Un miliciano le arrancó la manta que llevaba para abrigarse didiéndole que «allá donde iba no iba a servirle de nada.» Otro primo de mi madre estuvo preso en la Modelo y salvó del asalto de los milicianos. Era médico en la enfermería. Como los milicianos no le conocían, ya que habían expulsado a todos los funcionarios de prisiones, cambió su documentación por la de un preso común fallecido al que se le iba a poner en libertad. Con su identidad cruzó la puerta y se dirigió a la Embajada de México, desde la que huyó a la zona nacional.

Anónimo dijo...

A mi me tocó en mi época de estudiante universitario pasar por la prisión de Carabanchel. Nunca se me olvidará el día en que puse mis pies en aquel antro. Cuando traspasé el último rastrillo me dio en la cara un olor a humanidad que echaba para atrás. Un terrible estruendo de cornetas (todo funcionaba a golpe de toques militares), un ruido infernal de puertas metálicas que se abrían y cerraban, las voces de los presos y de los ordenanzas y lo más tétrico, una placa donde se citaba un comentario de Franco en el que decía que el régimen penitenciario español era el más justo, católico y humano de todo el mundo.

Anónimo dijo...

Viví unos años en Fuenlabrada, en la década de los noventa y cuando pasaba en el autobús delante de los muros de la prisión de Carabanchel, todavía se me descomponía el cuerpo. Comprendo los deseos de algunos de los partidarios de conservar la memoria histórica de conservar parte de ese edificio, pero para mi fue un alivio y una alegría ver como lo derribaron. Los que habían pasado por la Cárcel Modelo seguro que tampoco sintieron ninguna nostalgia, porque ni siquiera la conservaron durante los primeros años de la postguerra, a pesar de las dificultades que había para alojar a tanta población reclusa. En cuanto pudieron la derribaron y sobre su solar construyeron el Ministerio del Aire.

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Anónimo dijo...

Me encanta su blog. Lamento que tenga tan pocos comentarios. Dentro de dos años (si es que Merkel y la Troika no me secuestran durante un par de años más) seré también un jubilado como usted.

Lo descubrí hace poco y me he convertido en un incondicional. Sin duda tiene mucho que contar.